AQUEL
DÍA FELIZ QUE FUE MI INFANCIA,
de
alhucema y cristales empañados
con
el vaho invernal, ya sólo existe
por
mi sola fruición al rescatarlo
de
entre aquellos momentos en que nunca
pude
ponerle calificativo.
Mi
infancia, reducida a una jornada,
alhucema
e invierno, se diluye
de
pura nitidez en una historia
cuya
inocencia aún me pertenece.
(de DOMUS AUREA, 1999)
Lienzo de Lucy Tejada
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