lunes, 26 de octubre de 2015


             


¿QUÉ FUE DE TANTA LUZ COMO YO HUBIERA
querido guarecer en mi palabra?
¿Qué fue del habitáculo secreto
donde el amor anclaba su agonía?
Por la acera borrosa se diluyen
dos figuras humanas, imposibles
hoy de reconocer porque vivieron
de espaldas a este mundo, revestidas
de salvia y luna, ebrias de la urbe
donde el amor existe todavía.


                                                       (de DOMUS AUREA, 1999)

2 comentarios:

  1. "¿Qué fue de tanta luz como yo hubiera
    querido guarecer en mi palabra?" - dices.

    ¿Y tú me lo preguntas cuando toda la luz es tuya?


    Un abrazo, María. Y no busques la luz sino en tus ojos.

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    Respuestas
    1. Hola Ana, la luz sevillana de este poema voy a trasladarla este jueves a Pamplona, donde recogeré mi premio Ciudad de Pamplona y se presentará el libro correspondiente.
      Otro abrazo muy luminoso.

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