¿QUÉ
FUE DE TANTA LUZ COMO YO HUBIERA
querido
guarecer en mi palabra?
¿Qué
fue del habitáculo secreto
donde
el amor anclaba su agonía?
Por
la acera borrosa se diluyen
dos
figuras humanas, imposibles
hoy
de reconocer porque vivieron
de
espaldas a este mundo, revestidas
de
salvia y luna, ebrias de la urbe
donde
el amor existe todavía.
(de DOMUS AUREA, 1999)
"¿Qué fue de tanta luz como yo hubiera
ResponderEliminarquerido guarecer en mi palabra?" - dices.
¿Y tú me lo preguntas cuando toda la luz es tuya?
Un abrazo, María. Y no busques la luz sino en tus ojos.
Hola Ana, la luz sevillana de este poema voy a trasladarla este jueves a Pamplona, donde recogeré mi premio Ciudad de Pamplona y se presentará el libro correspondiente.
EliminarOtro abrazo muy luminoso.