LOS UMBRALES
Noche fría, temblor abandonado
de tus manos que esperan, como siempre.
Alguien llama a la puerta. Reconoces
su aroma, la cadencia de sus pasos,
pero no quieres verle, ni le dejas
entrar. Oh noche fría, despiadada
noche que tiembla en ti, que te aprisiona.
Alguien llama a tu cuerpo y no le abres.
(de DESDE NOVIEMBRE, 1992)
Lienzo de Vilhelm Hammershøi
Cuánta luz gritando en los umbrales, cuánta luz en la noche, en la luz de tu noche.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, María. Y esa luz, tan tuya, entre los ojos.
Hola Ana, gracias de nuevo por tanta bondad, otro abrazo muy fuerte para ti.
EliminarEl olvido existe, pero, desgraciadamente en este caso existe el recuerdo.
ResponderEliminarPrecioso.
Gracias por visitar mi blog, un saludo cordial.
Eliminar