domingo, 25 de octubre de 2015





                            DOS VISIONES


Me mira, y en sus ojos
no soy yo quien se hunde,
sino aquella muchacha que ofrendaba
su desnudo de luna cada noche.
 
Sonríe, y en sus labios
no soy yo quien alienta,
sino aquella mujer que amanecía
tras el declive oscuro de su cuerpo.
 
¿Quién es, por qué me busca
si no cuenta conmigo
a la hora de amar, si sólo debo
conformarme con su fotografía?


                                         (de A CIERTA ALTURA, 1998)


1 comentario:

  1. ¡Hola buenos días María! Recordar es vivir pero siempre con nostalgia, la nostalgia es memorizar
    lo vivido y pasado, no podemos evitarlo, Bonito poema.
    Un abrazo.

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