TAN
VANA DESAZÓN, TAL PESADUMBRE
es
sólo el hueco de la madrugada,
esas
horas que en mí siguen sonando
como
los pasos lentos, imprecisos,
que
alguien olvidó tras la cancela.
Inútil
es salir a la intemperie
y
detenerlo todo. Más inútil
aún
averiguar de quién se trata
si
ya se fue, si nunca dio conmigo.
Sólo
crepita el eco de sus huellas.
(de DOMUS AUREA, 1999)
Me gusta la sensación que transmite en tu poema María. Esa desazón del no saber pero a pesar de todo seguir adelante.
ResponderEliminarMe gusta mucho!
Sandra.
Hola Sandra, gracias por visitar mi blog y compartir las mismas sensaciones de este poema, inspirado en algunas atmósferas de la Sevilla interior. Un beso.
EliminarOtro para ti María, gracias!!
ResponderEliminarOtro para ti María, gracias!!
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