jueves, 10 de septiembre de 2015






TAN VANA DESAZÓN, TAL PESADUMBRE
es sólo el hueco de la madrugada,
esas horas que en mí siguen sonando
como los pasos lentos, imprecisos,
que alguien olvidó tras la cancela.
Inútil es salir a la intemperie
y detenerlo todo. Más inútil
aún averiguar de quién se trata
si ya se fue, si nunca dio conmigo.
Sólo crepita el eco de sus huellas.
 

                                                                (de DOMUS AUREA, 1999)


4 comentarios:

  1. Me gusta la sensación que transmite en tu poema María. Esa desazón del no saber pero a pesar de todo seguir adelante.
    Me gusta mucho!
    Sandra.

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    1. Hola Sandra, gracias por visitar mi blog y compartir las mismas sensaciones de este poema, inspirado en algunas atmósferas de la Sevilla interior. Un beso.

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