SALMODIA
La vida nos demuestra
que siempre ha de llegar el día siguiente,
a pesar de las hojas
caídas de esa cruel incertidumbre
que obliga a descender a los inviernos
sin fin de cada uno.
La vida nos coloca
en un amanecer aventurado,
para luego rendirnos
con algún pensamiento sobre el límite
de la noche desierta.
Apenas hay que hacerle
caso al día siguiente, a la pregunta
sobre cómo llegar, si no nos consta
que existiera algún punto de partida,
a pesar de que el tiempo
va posando en nosotros su inclemencia
en nombre de las horas aplazadas.
(de POLIFONÍAS, 1997)
Lienzo de Paul Delvaux
Somos identidades transitorias, María, mínimas nervaduras de tiempo. Así que hay que buscar asideros sólidos como la amistad y los afectos. Un fuerte abrazo en el regreso. Llega septiembre hecho tareas pendientes y rutina al paso. Seguimos cerquita.
ResponderEliminarGracias, querido José Luis, por seguir visitando mi blog, ya ves que el día siguiente puede ser esta vuelta de vacaciones, o algo que nos siga conectando a quienes nos queremos y admiramos, como es nuestro caso. Que el comienzo de curso te sea leve, o al menos llevadero. Abrazos. también para Adela.
EliminarQuerida amiga María Sanz, que expresión más acertada y que sabia. Apenas hay que hacerle caso
ResponderEliminaral día siguiente. (Somos aves migratorias, aves de paso). Gracias por tus comentarios, me dan alegría
y hacen sentirme mejor.
Un abrazo
Hola Ángel-Isidro, celebro que compartas conmigo estos versos de mi libro Polifonías, por lo que parece no pasa el tiempo. Otro abrazo.
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