lunes, 7 de septiembre de 2015



























OJALÁ NUNCA HUBIERA AMANECIDO

 
Es evitable el tiempo
en que uno permanece
aferrado a las cosas
que creía importantes. 

Es casi prescindible
renunciar, ser distinto,
abrir nuevas ventanas
para encontrarse solo,
por fingir que se vive. 

Nada me ha sido dado
si no es este destierro
donde intento ocultarme,
si no es esta vigilia. 

Ojalá nunca hubiera,
oh luz, amanecido.


                                                   (de TANTO VALES, 1996)

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