LA FINCA
 

Aunque no puedes verla, sigue estando
en un rincón vacío de tus ojos,
convertida en remota primavera,
en camino feliz hacia la nada.

Es bueno despertar cuando la noche
deja de encarcelarte lo vivido.
Y sabes que estuviste allí, que amabas
la misma libertad que aún conservas.

A pesar de los fríos, del desierto
donde se ha retirado tu cordura,
quedan instantes puros, memorables,
para hacerte volver con otras alas.

Aunque ya solo guardes su reflejo
en el rincón perdido de tus gozos,
sigue dándose a luz, fuego sagrado
con que alimentas cada amanecer.

                                                         (de EL PRIMER REINO, 2015)

Lienzo de Evaristo Guerra