domingo, 3 de mayo de 2015





      SANTA MARÍA DE SAR

 
Aires de aquellos
siguen atravesando la historia,
y trasladan aquí
sus impresiones místicas, lo que nunca
busca un sitio para olvidarse
de la temeridad de ser pasado. 

Columnas de aquellas
dejan de gravitar sobre el mundo,
se arquean nuevamente,
desnudan su turgencia, redimen
los vacíos de cada siglo,
par que alguien se erija junto a ellas. 

Y a mí, ¿quién me transforma,
alada Rosalía,
por esta tierra respirable,
que ha anidado en la lluvia,
cuando todo se nubla ante mis ojos?
Aires, vuelos
de trovas por el claustro,
tallados en las húmedas tristezas
donde van inclinándose los siglos.


                                                 (de AQUÍ QUEMA LA NIEBLA, 1986)

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