martes, 26 de mayo de 2015





POR QUÉ TANTA IMPACIENCIA
a lomos de la noche,
expoliando arenales,
batiéndose sin fin contra las rocas.
Por qué, si en esta isla
hace tiempo que nada se pronuncia
salvo tu propia calma,
temblor deshabitado
entre sílabas huecas. Mucho tiempo
remansando el silencio de tu vida.
Voraz incertidumbre,
como el viento que lima los espinos,
por qué tanta premura
en serenar distancias,
si esta isla es el eco de otras islas
que aún buscan un mar donde agitarse.


                                                           (de EL TEMPLO DEL ALBATROS, 2011)

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