sábado, 25 de abril de 2015





             VII


Linfa y agua, veneros
que sin ti no suceden.
Dolor mío, llovizna
de mi abrupto paisaje,
regazo caudaloso
donde aún me refugio.
La noche es una sed
que sumerge mis labios
en su propio vacío,
apartándome el jugo
de la ilusión callada.
Dolor inescrutable,
ahora reconozco
que no quise beberte
sin aridez extrema.
La sed es una noche
donde aún me contemplo
abismando tu lanza
fluvial en mi costado.


                                                   (de LOS PULSOS CARDINALES, 2010)

Lienzo de Nik Helbig

No hay comentarios:

Publicar un comentario