lunes, 6 de abril de 2015





    LAS  PROPIAS  TINIEBLAS


El mismo bar, las mismas cristaleras,
unos cuadros al fondo...
Siempre la misma noche.
No, son noches distintas,
confundo los recuerdos.
Aquel hombre, su rostro
en idénticos rostros reflejado,
ya no sé cuántas veces
lo he visto junto a mí, cuántas tristezas.
No, son hombres distintos,
anónimos espectros.
Pero el bar... Juraría que sus luces
suponen el ayer entre los brillos
de las copas, detrás de los cristales
donde estuve una noche, tantas noches,
o tal vez no era yo
ni soy quien lo recuerda,
aunque siempre habrá un hombre que lo afirme.


                                                                 (de A CIERTA ALTURA, 1998)

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