viernes, 23 de enero de 2015





            CREENCIAS

 
Yo creo todavía en ciertas cosas:
en las hojas pulidas de los álamos,
en la luz remansada de la tarde,
en el viento que envuelve la tristeza. 

Y mientras voy creyendo, todo sigue
su curso. Tanta gente, tantos días
transitan ante mí, que he aprendido
mi papel de serena espectadora. 

Yo creo todavía que la lluvia
alfombra este paseo,
que las manos del tiempo lo trasladan
a mis ojos cerrados. 

Y así, quienes se creen personajes
en su escenario natural, ignoran
que las hojas, la luz y el viento arrastran
sus papeles más lejos cada día.


                                                       (de PASEO DE LOS MAGNOLIOS, 1995)

4 comentarios:

  1. Yo sigo creyendo en la palabra, María, en tu palabra, en tu manera de darte en cada verso. Si existe un mundo hermoso todavía más allá de este sol, de esta tristeza, es porque lo miramos a través de tus ojos, porque tú nos enseñas a mirarlo. Gracias por tanta luz.

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    1. Querida Ana, me alegra como siempre que compartamos la palabra y el verso, y con esa claridad que irradia la poesía mirar mutuamente nuestras obras. Gracias a ti por ser tan transparente.

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  2. La falta de creencias -no hablo de dogmas ni de religiones, sino de razones para encarar la amanecida- nos convierte en hombres deshabitados. Como decía Blas de Otero, nos queda la palabra, y para los que saben que la vida es un rincón con luz, nos quedan también los sentimientos. No es poco. Un abrazo por tu hermoso poema, María.

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    1. Muchas gracias, querido José Luis, por el aliento de palabras. Mientras, voy creyendo...
      Abrazos.

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