XXIII
Te
sientes habitada
por
espigas maduras,
una
vez transcurrieron
las
siembras de tu vida.
El
estío renace
de
aquella finca, cuerpo
cereal,
verde infancia
que
sigue dando fruto.
Sientes
menos vacío
cuan
mayor es tu siega.
(de REGAZO E INTEMPERIE, 2007)
Querida María, siempre presente en los poemas la voz de la memoria, esa manera de preservar el tiempo que nos hizo. Estampa entrañable y evocadora.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu nuevo libro, María ,que leeré con la atención de siempre y enhorabuena por la excelente edición en Renacimiento. Un abrazo y feliz jornada.
Hola José Luis, ya ves qué infantil me pongo hoy con esa foto mía en nuestra antigua finca, dadas las referencias del poema. Espero que mi nuevo libro sea de tu agrado, muchas gracias por dedicarle tu tiempo. Abrazos de tu buena amiga.
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