-(Reflejo (V)-
Tarde honda de cálices,
de estrellas escanciadas
en senos privativos,
mientras el rosicler
desborda su horizonte.
Agua de tu memoria,
peregrinando siempre
desde el pozo a las nubes,
solitario goteo
para una sed sin calma.
Tarde fresca de dicha,
sutil y moradora
del albero regado,
como savia que intenta
dilatar tus raíces
hasta una pesadumbre
antaño suavizada.
Cáliz hondo del cielo,
no te vacíes, deja
que apure esta ambrosía.
(de LA LUZ NO USADA, 2010)
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