INÚTIL LA FRESCURA
del amor imborrable,
aquél que te jugabas
a un único regreso.
La isla suponía tu fracaso,
territorio sin puntos cardinales
amparando la huella
que convertiste en lava.
Imperfecto designio
para una realidad tan excluyente
como tu propia sombra,
amor que te jugaste
sobre la piel reclusa de la isla
a un último milagro.
(de EL TEMPLO DEL ALBATROS, 2011)
Enhorabuena, María por La paz del abandono, que acabo de recibir y que tiene una pinta estupenda, como siempre. Y un abrazo. Eduardo
ResponderEliminarMuchas gracias, Eduardo, y me alegro que tengas ya el libro, a ver si se vende algún ejemplar. Ya falta menos para que vengas a Sevilla, nos veremos. Otro abrazo.
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