domingo, 30 de noviembre de 2014





               DIES  IRAE

 
No hay tiempo ya. La oscura lejanía
se agrieta con el rayo. Triste viento
llega arrastrando todos los rumores
de la urbe. Morados espejismos
pueblan las calles, visten el ocaso.
Llueve sin tregua. El cielo te confina
en su coro estelar. La noche cae
tras un fuego de nubes. Todo acaba
por huir. Estás sola en el vacío
que ha brotado después de la tormenta.
Miras aquí y allá. No existe el hombre.
Ahora la ciudad es sólo tuya. 

Suena el despertador. Un nuevo día.


                                                           (de POLIFONÍAS, 1997)

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