sábado, 6 de septiembre de 2014


         


       EL  INSTITUTO


La premura otoñal, después el frío
de aquellas aulas nuevas,
recién deshabitadas cada tarde
por el gris uniforme de las adolescentes,
componían el cuadro
cuyo escenario iba
de la pizarra al gélido pupitre,
tras haber recitado de memoria
una lección ingenua.
Los profesores eran otra clase
por si solos, llegando a convertirse
en espejos de alumnas
que aprendían mirándose, creciendo
junto a ellos, en un primer examen
que la vida aprobaba sin haber estudiado.
También el tiempo revistió de grises
su imagen tenue, bienaventurada,
al fondo de unos ojos
                          recién abiertos para el extravío.


                                           (de DOS LENTAS SOLEDADES, 2002)

Lienzo de Pablo Picasso

2 comentarios:

  1. Llegamos a los mismos recuerdos que tú, tan bien, has expresado. Un regreso convincente a los primeros años.

    Un abrazo.

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    1. Gracias por tu amables palabras, ya ves qué sensaciones quedan tras el paso por el instituto femenino, en mi caso. Saludos.

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