martes, 10 de junio de 2014


   



                                          -Don Remondo-

 
Las campanas elevan
sus preces en honor de los mitrados,
junto a una locuaz candelería
que logra crepitar
como albo himno.
Don Remondo se sienta, restablece
el orden eclesiástico
tras la denegación de cruz alzada
para quien llega aquí desde otro reino.
Más adelante, sabe
que una nueva visita, primacía
toledana, pretende hollar blasones.
Tampoco lo permite.
Las campanas se nutren
de libertad, redoblan su victoria
sobre la voz lejana,
invadiendo el resol del Aljarafe.
Don Remondo se sienta
y entona unos latidos en secreto.


                                                      (de LA LUZ NO USADA, 2010)

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