domingo, 15 de junio de 2014


 


       ONDULADO CRISOL

 
                              -Basílica de San Marco-

 
Abrasaban miradas los mosaicos
-Pentecostés de cúpula-, en sus brillos
por flamígeros muros. Cuatro arcas,
prendidas en los puntos cardinales,
encendían su Nuevo Testamento.
Sobre el altar, la llama del retablo
doraba el aire. Supo arder entonces
mi pupila, trepando por los mármoles.
Abrasaba pisadas aquel suelo,
ondulado crisol, de la basílica.

 
                          (de CENÁCULO VINCIANO Y OTROS ESCORZOS, 1985)

2 comentarios:

  1. A veces una mirada ilumina lo oscuro, lo innombrado. Es hermoso mirar a través de tus ojos, saberte en ellos. Y estar, aunque no se haya estado, porque tú lo cuentas.

    Un abrazo enorme, María. Y toda la luz. Gracias por compartirla.

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    1. También es hermoso, querida Ana, que una lectora como tú ilumine mi blog con sus comentarios. Todavía no he terminado de leer tus libros, pero ya te digo que me están encantando, enhorabuena. Otro abrazo y muchas gracias.

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