ONDULADO
CRISOL
-Basílica de San
Marco-
Abrasaban
miradas los mosaicos
-Pentecostés
de cúpula-, en sus brillos
por
flamígeros muros. Cuatro arcas,
prendidas
en los puntos cardinales,
encendían
su Nuevo Testamento.
Sobre
el altar, la llama del retablo
doraba
el aire. Supo arder entonces
mi
pupila, trepando por los mármoles.
Abrasaba
pisadas aquel suelo,
ondulado
crisol, de la basílica.
(de CENÁCULO VINCIANO Y OTROS ESCORZOS, 1985)
A veces una mirada ilumina lo oscuro, lo innombrado. Es hermoso mirar a través de tus ojos, saberte en ellos. Y estar, aunque no se haya estado, porque tú lo cuentas.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, María. Y toda la luz. Gracias por compartirla.
También es hermoso, querida Ana, que una lectora como tú ilumine mi blog con sus comentarios. Todavía no he terminado de leer tus libros, pero ya te digo que me están encantando, enhorabuena. Otro abrazo y muchas gracias.
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