XII
Retablo de cenizas, desafío
a tanta soledad como me hiere,
helor interminable en carne
viva,
trémulo corazón a ras del miedo.
Quizá sea el final de una
tragedia,
de la gris lucidez con que
vislumbro
personajes furtivos, escenarios
para representar mi propia
muerte.
La vida se ha quedado ya muy
lejos.
Lejos de mí, de aquella tarde
tibia
donde logré encontrar una
esperanza
en la que ahora no me reconozco.
Retablo de agonías, envoltura
para huellas durmientes, vana
lumbre
de aurora malograda, purgatorio
con estatuas hilando la
tiniebla.
La muerte se ha quedado ya muy
sola.
Su soledad anida en mi regazo
como un áspid insomne, como
máscara
para representar mi propia vida.
(de RETABLO DE CENIZAS, 2011)
Lienzo de Irinel
Lamento disentir, María. La vida no podrá nunca escapar de tus versos; tienes demasiada luz para quedarte a oscuras.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Poeta.
Gracias, querida Ana, ya sabes que la luz nos salva de todo. Abrazos.
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