sábado, 24 de mayo de 2014


            


       NARDO FUGITIVO

 
Envuélveme en tu aroma,
oh nardo fugitivo,
y llévame a su piel serenamente. 

Tú sabes cómo sufre
mi vida a ras del suelo.
Elévala en tu nombre hasta sus alas. 

No te marchites nunca,
oh nardo fugitivo,
porque entonces el tiempo moriría. 

Tú sabes cuántas noches
mi ebriedad fue la suya.
Eternízala en ti por un instante.


                                                                (de VIVIR POR DENTRO, 1992)

No hay comentarios:

Publicar un comentario