jueves, 3 de abril de 2014


 


           X V I

 
Todo lo que buscaba
se mecía en el vuelo
de tus párpados tibios,
posados en mi rostro
con dulce intermitencia.
Todo lo que anhelaba
me convertía en cauce
para tu piel lluviosa,
en cáliz apurado
hasta el último gozo.
Todo lo que admiraba
con mis ojos desiertos
volvía a diluirse
al fondo de tus ojos,
un horizonte turbio
en clara pesadumbre.
Todo lo que callaba
redimía mis labios
para decir tu nombre
interminablemente,
toda la madrugada.


                                                  (de LOS CIELOS TARDÍOS, 2009)

Lienzo de Jarek Puczel

4 comentarios:

  1. Luis Cernuda acotó la vida entre los intangibles polos de la realidad y el sueño. Cada ser es aspiración y deseo, impulso tenaz de seguir buscando.
    Y en ese impulso, que tan bien dibuja tu poema, estamos todos. Un fuerte abrazo, María.

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    1. Ya ves, José Luis, lo que escribimos algunas cuando nos gusta un señor, sea realidad o sea sueño. Otro abrazo para ti.

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  2. Qué facilidad, María, para hacer discurrir el heptasílabo con suavidad que lleva, a la búsqueda del sentimiento y del anhelo.
    Qué magnífica y poética fiesta nos regaló Paco Caro la otra noche. Lástima para quienes no pudisteis asistir.
    Un abrazo, María
    Eduardo

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    1. Hola Eduardo, tú tan amable como siempre, muchas gracias por valorar así mi poesía. Claro que siento no haber podido estar oyendo a Paco, espero tener más suerte en otra ocasión. Otro abrazo para ti.

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