lunes, 21 de abril de 2014



















             LA  FIESTA
  
 
Bastaba algún local, una azotea
o el salón de la casa,
un tocadiscos, Coca-cola, varios
amigos, y la fiesta convertía
la tarde en lo más bello. 

Llegábamos nosotras,
buscando aquel encuentro
con tímidos muchachos
para hacernos mayores, para abrirle
las puertas a una vida
que nos cerraba tantas realidades. 

Y bailábamos –puente sobre aguas
turbulentas, sonidos del silencio,
el “Je t’aime… moi non plus” del lado oscuro,
mujer de magia negra-,
compartiendo el abrazo
que apenas refugiaba nuestros sueños. 

Bastaba alguna fiesta
para que lo más bello de la tarde
traspasara el umbral de lo sentidos.


                                                    (de JARDINES DE MURILLO, 1989)

Lienzo de Alex Schaefer

2 comentarios:

  1. Y todo tan absolutamente cierto. Y todo tan absolutamente bello.

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    1. Menos mal que la poesía nos traslada a esa certeza y a esa belleza. Qué tiempos... Abrazos.

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