lunes, 3 de marzo de 2014







      
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
       VIDRIO
 
 
Una hora templada
dibuja los silencios,
atrapa sus instantes
en el verde borroso
de rejas
y aspidistras. 

Todo es pura memoria. 

Nada se transparenta. 

Pero una hora puede
suavizar mi cansancio,
convertirme en llovizna
de primor fugitivo. 

Todo es frágil azogue. 

Nada cercena el tiempo. 

Pero esta hora debe
morir sin agrietarse.


                                                            (de LIENZOS DE CAL, 2008)

2 comentarios:

  1. El tiempo es fugaz. Comprendo esa hora que suaviza el cansancio, sesenta minutos que han de terminar sin sufrir mayor daño. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las calles sevillanas dan para mucho, sobre todo las sombrías. Gracias y un abrazo.

      Eliminar