miércoles, 26 de marzo de 2014


              


                          UN  SITIO  EN  LA  PALABRA

 
La verdadera historia no se escribe
sin dar al fracasado
un sitio en la palabra.
Y qué mejor motivo para hacerlo
que encontrar esas huellas
de los días envueltos con la propia renuncia,
ese final escrito sobre el aire.
Quién oyera la voz incandescente
de aquél cuyo silencio es su enemigo
y se sabe orador, y se responde
con la locuacidad de la derrota.
El hundido conoce como nadie
el sombrío dolor, la llama fría
que propaga su intento
de vivir, de alumbrarse.
Pero calla la vida, todo calla.
La verdadera luz se enciende sola.


                                                 (de DOS LENTAS SOLEDADES, 2002)

Lienzo de Robert Burridge

4 comentarios:

  1. "La verdadera luz se enciende sola" -dices- y a nosotros se nos incendia el alma, se nos llena de estrellas. Gracias, María, gracias por escribir desde esa luz, tu luz, y regalárnosla.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y gracias a ti siempre, Ana, por compartirla. Tú también eres un ser de luz. Besos.

      Eliminar
  2. coincido con Ana en la eleccion de la frase...tan profunda y significativa...feliz miercoles!!

    ResponderEliminar