DEL
CORAZÓN
Siento
que se me ha ido,
que
el corazón ya no me pertenece
después
de estos recuerdos.
Digo
que se me ha ido como cuando,
matinal,
escapaba
a
compartir cadencias
junto
al goteo alegre de las fuentes.
Y
para él la siesta no tenía
más
horas que las que representaba
en
algún escondido
escenario
de cuentos.
Por
la tarde,
huía
hasta las murallas del Alcázar,
creyéndose
que un príncipe
oriental
lo esperaba
para
mostrarle a solas
en
dónde anochecían los jazmines.
Mi
corazón no pudo subir a las estrellas.
Luego
vinieron ellos,
sus
masculinos nombres,
y
a golpe de latido
lo
llamaron esquivo, solitario,
melancólico.
Luego no sabía
si
era infantil o adolescente… Siento
que,
como ayer, persigue
leyendas,
escapando
de
todos los recuerdos.
Mi
corazón no pudo vivir de la belleza.
(de JARDINES DE MURILLO, 1989)
Mi corazón no puede dejar de acelerar su compás a la lectura de esos versos.Sigo por aquí, un saludo.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario, y me alegro de que compartamos esos latidos. Saludos.
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