jueves, 6 de febrero de 2014

               


           X V

 
Ansia mía, no vayas
a lo definitivo,
exprime tanta suerte
de sensibilidades
como te aguarda, cielo
para una libertad
aún irredimible.
Amor mío, provoca
la sed que te alimenta
recordando las aguas
de sus labios sin cauce,
vértigo cristalino
sobre tu comisura.
Ansia sola, perenne
delectación, no busques
tan honda lejanía
más allá de la noche.
Amor solo, tristeza
de mi sombra turgente,
ábrete como llaga
y sálvate a ti mismo.


                                                  (de LOS PULSOS CARDINALES, 2010)

Lienzo de Dante Gabriel Rossetti

2 comentarios:

  1. Te cambio este poema por un libro, María. Nunca debilidad fuera defensa tanta y con tan poco. Mua

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues yo lo cambiaría por cualquiera de los tuyos o de tus novelas. Qué privilegio tu lectura... Un beso.

      Eliminar