jueves, 13 de febrero de 2014




      PRIMERAS  LLUVIAS

 
Hasta casa llegaba aquel aroma
del albero mojado
con las primeras lluvias.
Me asomaba a la puerta
de atrás, en calle Rastro,
y hasta el alma vencían
las ráfagas de viento
que desde los Jardines
traspasaban lo gris de la mañana.
Llovía entonces más. Algunas gotas
herían los cristales
de cercanos balcones.
Olor a albero, Rastro, zaguán húmedo,
prematura presencia del invierno... 

Dentro de aquel aroma
quedóse intacto el tiempo, para cuando
otras primeras lluvias
de latidos, de sombras, de silencios,
me hicieran florecer en lo más íntimo.


                                                 (de JARDINES DE MURILLO, 1989)

4 comentarios:

  1. Hoy te leo más tarde, María. Precioso poema; me encanta esa tu manera de incardinar el paisaje y el tiempo exterior en la vivencia y el tiempo íntimo. Qué suerte tiene Sevilla de tener quien le descubra su belleza oculta. A veces tu poesía me recuerda a algunos cuadros de Joaquín Sáenz. Un abrazo. Eduardo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, querido Eduardo, ya ves lo que pasa cuando se nace frente a los Jardines de Murillo... Y yo me alegro de que lo disfrutes conmigo. Abrazos.

      Eliminar
    2. Hay olores que nos evocan un tiempo lejano. Tiempo que sale a nuestro encuentro y nos abraza.
      Evocador poema. Un abrazo.

      Eliminar
    3. Hola Mª José, un placer siempre leer tus comentarios y salir mutuamente al encuentro. Abrazos.

      Eliminar