NUNCA
PASÓ DE UN SUEÑO LA CERTEZA
de
miradas en fuga por la brisa
de
la ventana abierta, de algún patio,
allá
en la Judería. Nunca estuve
tan
cerca de vivir como aquel día,
cuando
otra realidad llegó a dejarme
a
solas, en el íntimo paseo
que
supuso la huida de unos ojos
hacia
los míos, la ventana abierta,
primaveral,
allá en la Judería.
(de DOMUS AUREA, 1999)
En estos días machadianos, me acordé de Sevilla, María, y regreso a tu poesía con el placer de siempre. Pasear por las calles del deseo es abrir la ventana a tu poesía, es dejar que tu voz suene con la emoción de siempre. Un placer grande compartir tus poemas, querida María .
ResponderEliminarLa luz sevillana es casi siempre la de los días azules, por suerte, y un paseo íntimo por calles como la de Judería no tiene comparación. Gracias por asomarte conmigo a tantas ventanas poéticas, José Luis, es un privilegio. Abrazos.
EliminarYa sabes, los ojos en que te miras... A propósito de cierta conmemoración sobre ese tipo del torpe aliño indumentario, que también tuvo algo que ver con Sevilla.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Menos mal que ese tipo del torpe aliño indumentario anda aún por las calles de Sevilla, para nuestro gozo. Abrazos.
EliminarUn abrazo , un recuerdo , un beso y un equipaje ligero.
ResponderEliminarGuillermo
Muchos recuerdos para vosotros, querido Guillermo. Gracias por tu cariño y un beso.
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