-Santa María Magdalena-
Tocaba averiguar de cuánta holgura
se compuso su nómada grandeza,
porque todo entusiasmo
donde brotaron fustes meritorios
era nexo
de moldes y arquivoltas.
Su nombre, desde un tramo dominico
a otro de pinceles, resonaba
cuando a Lucas Valdés
le llamaron los muros
para ensamblar batallas y pasajes.
Oh, qué lento
resplandor la mecía,
qué barrio hermoseado fue en su busca,
mientras en una pila de bautismo
se rizaban las aguas
con alientos de azul inmaculado.
Después de tanto engarce,
voló sobre su propia arquitectura.
(de LA LUZ NO USADA, 2010)
Desde la arquitectura sólida del afecto, mi gratitud por las horas de lectura en tu blog que siempre funde imagen referencial y buena poesía, y mis mejhores deseos de felicidad para tu familia y para ti en estas fechas entrañables. Besos.
ResponderEliminarDisculpa la errata, María: "mejores"
ResponderEliminarY desde tu amabilidad como frecuente lector de mis poemas, yo también te deseo todo lo mejor junto a tu familia. Somos antiguos amigos, y eso es lo importante. Abrazos.
EliminarDesde la ingravidez de las palabras, las buenas como las tuyas hacen su travesía y recalan en los poros, Felices Fiestas y un magnánimo 2014. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, María José, yo también te deseo lo mejor con otro abrazo muy navideño.
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