Hasta la oscuridad se vuelve luminosa si la tocas.¿Desde dónde la luz? Siempre en tus ojos.Un abrazo enorme, María.
El comentario de Ana enaltece ese resplandor tenaz de las palabras. Pienso lo mismo; la sombra de la noche se hace luz cuando encuentra el pasillo encendido del poema. Un abrazo.
Hola Ana, esta luz nocturna de Sevilla se cuela hasta por los adarves. Y hay que verla como tú la ves, con sabiduría. Otro abrazo.
Gracias, José Luis, sabe que mi ciudad siempre se ilumina para quienes la amamos y para quienes la leen, como tú, a través de un poema. Abrazos,.
Fugaz irrupción, es de temer.Abrazos, siempre
Hasta la oscuridad se vuelve luminosa si la tocas.
ResponderEliminar¿Desde dónde la luz? Siempre en tus ojos.
Un abrazo enorme, María.
El comentario de Ana enaltece ese resplandor tenaz de las palabras. Pienso lo mismo; la sombra de la noche se hace luz cuando encuentra el pasillo encendido del poema. Un abrazo.
EliminarHola Ana, esta luz nocturna de Sevilla se cuela hasta por los adarves. Y hay que verla como tú la ves, con sabiduría. Otro abrazo.
EliminarGracias, José Luis, sabe que mi ciudad siempre se ilumina para quienes la amamos y para quienes la leen, como tú, a través de un poema. Abrazos,.
EliminarFugaz irrupción, es de temer.
ResponderEliminarAbrazos, siempre