sábado, 30 de noviembre de 2013


       


  UN  INSTANTE  DE  AMOR

 
Hubo sólo un instante
en que el pulso paró, pues se sabía
preso del sentimiento. Por la carne
culminaba sus ansias
de vuelo algún estático latido,
avivando por dentro
la frágil sensación que desvelaba.
Nada se oía, nada lo era todo
en una frialdad apasionante,
donde al pulso yacente le impedían
que pasase el silencio y derrumbara
tantas provocaciones.
Solamente
fue un instante de amor petrificado.


                                                                   (de TRASLUZ, 1989)

Lienzo de Anne Magill

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