lunes, 11 de noviembre de 2013

     
 

 
                             ADAGIO,  de  Guillaume  Lekeu
  

Oh pájaros, la tarde va cayendo
sobre lo más querido, sobre todo
cuanto pudo alumbrarse
y ahora da de bruces
contra el primer peldaño de la noche.
Quién podría pensar que vuestro vuelo
iba a abrir un camino
de ida hacia el amor,
pero sin el regreso necesario
que a algunos les permite
alargar esa tarde mientras vivan.
Oh pájaros, venid
al encuentro invisible
del cielo restaurado.
Desplegad los colores
en multitud de alas,
antes de que el sol ponga
su gota roja sobre lo que ha muerto.


                                                          (de TU LUMBRE AJENA, 2001)

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