miércoles, 23 de octubre de 2013


           



                                             -Santa Catalina-

 
Para que no lo habite
el cuerpo de campanas,
asciende su marfil hasta un silencio
de locuaces desnudos,
cómplice del mihrab atesorado
entre foscas palmeras
y cimbras en guirnalda.
Para que no deslumbre su reliquia
de primitivo trazo, se mantiene
sobre el color altivo
donde apuntan los arcos
a la tabla de Pedro de Campaña.
Tal sobriedad,
lumínico venero
que alarga las creencias de unos fieles
hasta extintas memorias, no persigue
sino darse al lugar más atezado
como célica alhaja
para reverberar en la penumbra.


                                                      (de LA LUZ NO USADA, 2010)

4 comentarios:

  1. Iglesia de santa Catalina , tan bonita y querida desde me niñez cuando con mis padres y abuelos la visitaba. Después , muchos días , al Rinconcillo. Dos joyas de Sevilla sobre la que tú tan bien escribes . Sobre ella y sobre todo..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, querido Guillermo, a ver cuándo podemos entrar de nuevo en Santa Catalina, tras tanto abandono. Sobre El Rinconcillo, sin problemas de visitas. Abrazos para todos.

      Eliminar
  2. Recuperar Sevilla a través de tus ojos. ¿Se puede pedir más a este día de otoño?

    Mi abrazo siempre, María. Y toda la luz.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Ana, el otoño sevillano es mi estación favorita, así que siempre se puede pedir y disfrutar más la ciudad con esta luz. Otro abrazo luminoso.

      Eliminar