domingo, 15 de septiembre de 2013


                    


VIEJA TÚNICA GRIS DE LA VENGANZA,
raída por los ecos
que claman tras haber deteriorado
un sinfín de presencias,
estameña de parda alevosía.
No existe ruindad mayor que darse
a este hábito luengo,
visible cuando al mísero conviene,
arteramente inscrito
como la más sutil indumentaria.
Mortaja del avieso,
cuyo revés admiran los saciados,
asienta su verdad bajo sospecha
hasta que algún rebelde
aparece desnudo
sin permiso del sastre justiciero.
Venganza, nombre propio
para unas vestiduras ya rasgadas
en carne ajena, parvo beneficio
que resta lucidez a quien se cubre,
de cara al universo,
con su vil ortodoxia.


                                        (de MÍNIMO SOL DE INVIERNO, 2006)

Lienzo de  Edward Burne Jones

No hay comentarios:

Publicar un comentario