lunes, 16 de septiembre de 2013


                   


  ALGÚN QUE OTRO PLACER

 
Te creíste que el tiempo no existía
salvo en tu soledad,
premisa errada
de un cúmulo de grises conjeturas.
Alrededor, las horas
prestaban al vacío su techumbre,
mientras una humareda
sobresalía, mansa,
detrás del corazón
cuyos aires jamás la entorpecieron.
Te diste a tantos rumbos
como causas,
atando valentías
y algún que otro placer indefinido.
Pero el tiempo sangraba poco a poco,
y eran tuyas las gotas
derramadas al paso
de una verdad inútil, condenable
salvo en tu soledad,
amor yacente
sin más resurrección que el desafío.


                                                         (de VOZ MEDIANTE, 2006)

Lienzo de Jack Vettriano

2 comentarios:

  1. Del tiempo ocioso surgen, a veces, grandes desafíos. Versos rotundos y hermosos.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, María José, es un comentario muy atinado, aunque haya desafíos que no lleven a ninguna parte. Otro abrazo.

      Eliminar