JUEGOS
La
hora de los juegos daba en punto,
y
un misterioso ardor me despeñaba
por
los abismos blancos de la risa.
Sobre
la tierra húmeda
se
crecían las huellas
de
un fugaz escondite.
Tras
de los canastillos
de
geranios, tocaba
recobrar
el aliento
que
agitaba los pulsos.
Y
luego, por la sombra
que
el mediodía anclaba entre los árboles,
daba
en punto la hora del regreso,
y
todos los senderos engarzaban
destellos
infantiles.
Una
voz misteriosa, despeñando
sus
ecos en mi oído, me decía
que
también el mañana
era
fiel compañero de mis juegos,
que
corría conmigo...
Mas,
¿dónde estaba, dónde,
que
yo nunca lograba darle alcance?
(de JARDINES DE MURILLO, 1989)
Lienzo de Kay Crain
Precioso poema, el niño que llevamos dentro se alegra de la inocencia de los juegos y nos trae la nostalgia de los años.
ResponderEliminarMe quedo por acá-
lujanfraix.blogspot.com
Mi blog principal por si quieres visitarme.
Un beso
Gracias, Luján, visitaré tu blog, por supuesto. Abrazos.
ResponderEliminarMaría:
ResponderEliminarMaravilloso poema¡¡
¿dónde estaba, dónde,
que yo nunca lograba darle alcance?
lo lúdico es parte de la escritura, y la vida misma es un juego interminable.
Besos
Hola Norma, muchas gracias por tus palabras y por visitar mi blog. Abrazos.
ResponderEliminar