domingo, 21 de julio de 2013


          


                  III

 
Hoy sé que es muy difícil
guardar el equilibrio
sobre las mismas cosas
que ayer me mantenían.
Ahora soy la nube variable,
un espejo letal para mi rostro,
quién sabe si premura o sedimento.
Cada culminación
llega a descomponerse
dentro de lo que amo,
de la fatalidad
más esperanzadora.
Sólo he renunciado a estar conmigo,
harta de convertirme en horizonte,
en columna de humo para el aire.
Hoy sé que es muy difícil
regresar del desierto
sobre los mismos pasos
que ayer me sostenían.
Ahora soy el agua derramada,
un ejemplo feliz de lo inservible,
quién sabe si carencia o privilegio.


                                                    (de RETABLO DE CENIZAS, 2011)

2 comentarios: