domingo, 19 de mayo de 2013


                   


                       X V I I

  
No hay nada que destruya lo que se ha presentido
antes de padecer, ni siquiera ese gesto
que supone una tregua entre cruces y sombras.
Aquel presentimiento, su relámpago vano
sobre las alas yertas de quien quiso marcharse
antes de ser dolor, todavía provoca.
Pero lo que ha quedado por vivir no se anuncia
hasta la madrugada final de la tristeza,
cuando cada sentido gime abriéndose paso.
Y aquel gesto que pudo mediar entre las horas
de ida y vuelta, su signo acaso culminante,
exhibe, como siempre, un eslabón del miedo.


                                                      (de HYPNOS EN LA VENTANA, 2009)

No hay comentarios:

Publicar un comentario