XXXIX
Vivir
del corazón ya no es rentable,
ni
siquiera gozoso, en los tiempos que corren.
Al
contrario, se tiende
a
manejar ideas
que
rellenen las arcas
del
estado civil más conveniente.
En
tanto, no muy lejos,
amanecen
corolas que, al unísono,
declaman
sus perfumes, o preludios
de
lentas sinfonías elevándose
sobre
un silencio triste.
Todo
mientras vivir del corazón
no
es asunto crucial, no merece la escena
que
ayer representaba
cualquier
hombre en el centro de sus actos.
Se
trata de obtener los intereses
cerebrales
ajenos,
a
veces consentidos, y en otras ocasiones
ignorando
el efecto, pero nunca la causa.
Y
mientras, cada nido
sigue
brindando al aire su misterio,
o
se ensombrece el agua
en
mitad de algún claustro luminoso,
ofrenda
transparente de la piedra.
Vivir
del corazón
requiere
el mismo tiempo que dejarse
latir
por el rosal y la armonía,
el
pájaro o la lluvia,
hasta
ser eco, ya sin más presencia.
(de REGAZO E INTEMPERIE, 2007)
Lienzo de Henri Martin
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