NUNCA TE CAMBIARÍAS
por el solo arrecife
que se grita a sí mismo
la mudez de los vientos,
ni sabrías hallarte en el
escollo
que abrazaron siniestros oleajes.
Tu lugar preferente
lo esculpe cada noche
la memoria implacable
de todos los fracasos,
aunque tal vez el tiempo
reconozca
que te debe una estancia
en esa realidad donde querrías
vivir de tu silencio.
(de EL TEMPLO DEL ALBATROS, 2011)
Cierto, uno está hecho de fracasos y sueños.
ResponderEliminarExactamente así, Funámbulus, tal como lo sentimos y escribimos. Saludos.
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