lunes, 18 de marzo de 2013


                   


NUNCA TE CAMBIARÍAS
por el solo arrecife
que se grita a sí mismo
la mudez de los vientos,
ni sabrías hallarte en el escollo
que abrazaron siniestros oleajes.
Tu lugar preferente
lo esculpe cada noche
la memoria implacable
de todos los fracasos,
aunque tal vez el tiempo reconozca
que te debe una estancia
en esa realidad donde querrías
vivir de tu silencio.


                                           (de EL TEMPLO DEL ALBATROS, 2011)

2 comentarios:

  1. Cierto, uno está hecho de fracasos y sueños.

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  2. Exactamente así, Funámbulus, tal como lo sentimos y escribimos. Saludos.

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