domingo, 17 de marzo de 2013


          


                     IV
 
 
Tú me esperabas en los Quattre Canti
con tu belleza intacta, de otro mundo,
desenfrenando el vuelo de mis ojos.
La realidad perdida por Palermo
flotaba como un himno
silencioso, vibrante,
la realidad que huía ciega y sola.
Pero tú me esperabas
como quien nunca quiso conocerme,
sin separar el tiempo
de aquella sensación irrepetible.
La realidad se abría
en forma de corola macilenta,
guardándose el bullicio de una plaza,
el hueco que dejaste
mientras todo fue cierto.


                                                (de RETABLO DE CENIZAS, 2011)

No hay comentarios:

Publicar un comentario