sábado, 2 de marzo de 2013


                          


ANTES DE QUE EL AMOR
se convierta en vacío inabarcable,
recordarás el templo
como la saciedad que perseguías.
Tu estancia se prolonga
vivamente desierta,
acariciando estatuas
mientras miras al cielo mortecino.
Después de que el dolor
recoja tantas velas inservibles,
saldrás en otro barco
sin amarras, sin rosa de los vientos,
para perder el rumbo
a la felicidad que no encontraste.
De pie, bajo la lluvia,
resplandeces desnudamente rota,
como el templo sacrílego que amas.


                                                   (de EL TEMPLO DEL ALBATROS, 2011)

Lienzo de Audrey Anastasi

2 comentarios:

  1. Querida María, la esencia del poema es una fe de vida de los últimos años; las pérdidas nos hacen; los sueños son puertos que nunca se localizan, pero hay que seguir buscando, somos el camino, María; ya lo escribió Kavafis.
    Muy hermoso tu poema. Por cierto, la imagen que pusiste ayer en el blog como umbral es maravillosa.
    Abrazos cercanos, querida María

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  2. Hola José Luis, gracias como siempre, eres un encanto. Pensaba escribirte por tu poema de hoy, hemos tenido telepatía. Sí, hay que seguir adelante, no hay otra opción. Pero la poesía nos salva de tantas cosas... Somos unos privilegiados por contar con ella. Besos de tu fiel admiradora y amiga.

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