sábado, 2 de febrero de 2013


               


AQUÍ NADA ESTÁ FUERA
de lugar. Pero a veces
rondas la desazón de los panales,
crees oír el grito de algún fauno,
sientes que la verdad
es pasto de tus llamas.
Cualquier viento no sirve
para agitar corolas,
ni el oleaje da con sus orillas
sin un quiebro de espuma.
Aquí vas cosechando
lo que nunca sembraste,
como si cada noche decidiese
transformar en estrella
la sima de tu duelo.
Cualquier lumbre no sirve
para la perdición de las cenizas.


                                                  (de EL TEMPLO DEL ALBATROS, 2011)

2 comentarios:

  1. Querida María, llevo años leyendo tu quehacer creativo y cada poema me sigue transmitiendo una constante admiración. Hoy es ejemplar el velado intimismo, la suave cadencia, el léxico culto y ese cierre envidiable.
    Estupendo poema, María, que ahuyenta cualquier frío del sábado.
    Un abrazo.

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  2. Gracias, querido José Luis, sabes que es recíproco el sentimiento y me alegra que compartamos el gusto por la creación poética. Aquí todavía no ha llegado el frío, mañana lo notaremos, pero, como yo soy otoño-invernal, disfruto mucho antes de que nos lleguen los cuarenta grados. Muchos besos.

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