miércoles, 30 de enero de 2013


  


         TESTIGOS MUDOS

 
Los árboles rondaban por las calles
de la mano de un viento vespertino. 

Unas calles, las suyas,
intemperie de otoño;
unas hojas ajenas
a todo calendario. 

Los árboles pasaron, como el viento,
cerca de mí, desnudos de inocencia. 

Una tarde, la única
que conozco; sus hojas
cayendo de mi vida,
en vuelo hacia la muerte.


                                            (de POLIFONÍAS, 1997)

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