TESTIGOS MUDOS
Los árboles
rondaban por las calles
de la mano de un
viento vespertino.
Unas calles, las
suyas,
intemperie de
otoño;
unas hojas
ajenas
a todo
calendario.
Los árboles
pasaron, como el viento,
cerca de mí,
desnudos de inocencia.
Una tarde, la
única
que conozco; sus
hojas
cayendo de mi
vida,
en vuelo hacia
la muerte.
(de POLIFONÍAS, 1997)
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