jueves, 24 de enero de 2013




  
                                   PSIQUE 
 
Tú, Cupido, quisiste
llevarme a aquel palacio
donde, noche tras noche,
me amabas, con la sola condición
de que nunca podría ver tu rostro. 

Según cuenta la historia,
mientras dormías encendí una lámpara,
y la gota de aceite
que cayó sobre ti fue la causante
del abandono. Para mí no es cierto:
aún sigo intentando
descubrir cómo eres, y no puedo,
porque hay vientos que apagan
cada luz que florece;
porque me he convertido
en una mariposa
que juega con alados amorcillos.


                                                      (de AVES DE PASO, 1991)
Lienzo de John Wood

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