CARTA DE
HILDEGARD VON BINGEN
A BERNARDO,
ABAD
DE CLARAVAL
Os
diré que mis últimas visiones
tuvieron
la fragancia
de
la flor del manzano,
del
heno tras la siega;
brillaron
como el río por el valle.
Luz
Viva, tan intensa
que
me causa temblores
en
el alma,
que
me aleja del ángel de la Muerte ,
Dama
Sabiduría
para
quien sólo escribe su quebranto.
Os
confío mi voz porque es difícil
vivir
al otro lado del silencio,
acumulando
instantes
en
sentido profundo, sin oírlos
mientras
no se aproxime
más
aún la indecisa primavera.
Mis
últimas visiones
me
alumbraron por dentro,
como
estas palabras que ahora exhalo.
(de TEMPO DE VUELO SOSTENIDO, 2004)
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