Johannes Brahms (Eduardo Moctezuma, 2010)
BRAHMS,
BRAHMS
El sentido de cada
dolor está en las notas
de su primera sinfonía,
tiempo
invocado a sí mismo. Oh, la
vida
que hacia el fin se
proyecta,
lucero neblinoso
detrás del horizonte,
cuántas veces
oírla es como un eco
en do menor, alzada
sobre el vértice esquivo
de viejas partituras.
Si los cielos se
hunden, sobrevive
la luz en movimiento,
a pesar de lo amargo que el
destino
compone a todas horas. Oh,
su música
alarga la caída del
crepúsculo,
ese momento donde
convencerse
de que, si no es por él,
nadie te toca.
(de TU LUMBRE AJENA, 2001)
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