lunes, 15 de octubre de 2012


               
                 El Guadalquivir en Sevilla (Rosa Susaeta)



DESEMBOCAN EN MÍ, CUANDO TE HABLO,
las aguas de ese río que, sin prisa,
caracolean suaves por un viento
que te conoce, que has nombrado tuyo.
Contemplándote, no se me aparece
más que lo desmayado de tus líneas
sobre cada color, dando distancia
al pórtico voluble y sinuoso
donde acota su altura el horizonte.
Cuándo no serás tú palabra, iris…


                                             (de DOMUS AUREA, 1999)

No hay comentarios:

Publicar un comentario